martes, 8 de septiembre de 2009

Supuestamente "inalcanzable"


Sentado, pongo toda mi atención en frente de mi, donde solo hay una muralla blanca, el sonido del reloj cada vez suena mas fuerte y retumba mis oídos recordándome que el tiempo pasa fugazmente y que nada podemos hacer para volver atrás. En todo momento siento mi respiración, en algún instante comienzo a jugar con ella acelerando y dejando de respirar, pero no ocurre nada con mi cuerpo. En un minuto soy solo mente e imaginación, la muralla en frente mió comienza a disolverse, el punto fijo ahora es un claro horizonte de un mundo que desconozco, no sé donde estoy, veo solo mar, una gaviota volando sobre mi dando a conocer insoportablemente su libertad me hace saber que no estoy muy lejos de tierra, en pocos segundos me doy cuenta de que estoy en una especie de barco, me miro y luzco de unos treinta y cuatros años. Estoy confundido hace un momento estaba en mi pieza haciendo nada  y de repente me encuentro aquí en un barco con mucha mas edad, camino unos pasos para explorar el lugar y me encuentro con una habitación, abro la puerta y tendida en la cama la encuentro a ella, mis ojos no pueden creer lo que ven, a mi mente le cuesta trabajo procesar lo que mis sentidos han captado, pero mi corazón lo cree y comienza a latir lo mas rápido que puede. Congelado por la presencia de ella trato de reproducir algunas palabras, pero es inútil por culpa de la condición en la que me encuentro. 

 

Mi respiración es agitada, mi corazón late a una velocidad inimaginable, estoy sudando, pues al fin desperté de tan grandioso sueño. Esta es la quinta vez que me sucede lo mismo, sueño con esa persona que me hace temblar, con esa figura que me hace contemplar embobadamente su hermosura, estoy cada vez más fuera de mí. 

Tengo que aceptarlo... tengo un amor platónico. Muchos nos  equivocamos  al intentar definir que es un amor platónico. Hoy en día, se usan muchas palabras que con el tiempo les hemos ido cambiando el significado, porque las hemos usado mal, y una de ellas es el amor platónico.

Este amor, lo definió por primera vez su creador Platón, y a él debemos el nombre  de platónico. Platón, lo definió como un amor espiritual e idealizado, pero nunca con elementos ni ideas sexuales. Es decir, un amor que escapa a lo carnal y que se crea mediante la idealización de un ser inalcanzable. Es por ello, por lo que calificó el amor a dios, pues ese dios para mi eres tú, que has ocupado su lugar.

A pesar de ello, con el tiempo hemos ido desbancando la idea principal de Platón que era el amor hacia dios por amores hacía personas humanas. Así es que hoy se dice que el amor platónico se basa en el amor espiritual hacia una persona, alejado de cualquier idea o acto sexual, que por diferentes razones, nunca llegará a ser correspondido, ya sea por simple impedimento  de nosotros mismo quienes nos ponemos en tan bajo nivel que pensamos que nunca se concretara nada por simple miedo. Es hora de luchar por ese amor platónico, supuestamente "inalcanzable".

BY VICTOR DANIEL

2 comentarios:

Giulietta dijo...

Pensar que aveces comenzamos a jugar con el tiempo, con el pasado y con nuestro futuro... como aveces solemos jugar con nuestra imaginacion y lo que mas deseamos es aveces que esoq ue imaginamos sea nuestra vida real... y como aveces jugamos con nuestros sentimientos tratando de olvidarnos de nuestros problemas... y bien asi llegamos a tu amor platonico... increible.. alfinal e sun juego donde nos volvemos adicto... depsues es imposible para d jugar...
ame lo que escribiste :)

Victoria Amores de Méndez dijo...

Que debo decir? ... Te robaste mi diario soñar para escribirlo aqui.


Gracias por compartir tus escritos con nosotros. Buenas lunas.