
Son tantas "cosas", definidas como; emociones, sentimientos, momentos y pensamientos los que quiero dejar expresada en esta carta, pero es obvio que no podre escribir todas esas "cosas". Toda intención comunicativa tiene un motivo particular, la creación de esta carta fue impulsada por todo eso antes señalado "cosas" que al parecer me dejaron en un estado de demencia, ya que estoy alucinando constantemente con aquellos lindos momentos vividos.
Sé que no estás, concuerdo con la idea de que no eres nada, solo recuerdos, habitas por ahora y por siempre exclusivamente en mi mente y en la memoria de los otros que conociste o mejor aun en los que compartieron contigo, es evidente que nunca esta carta llegara a su destinatario, por el hecho de que tú estas muerta. Mi grado de locura es tanto que siento que aun puedes oírme, todavía puedo sentirte, soy un total creedor de la no creencia de la no existencia, durante años promulgue hacia todos el hecho de que nada es infinito y es ahora que me cuestiono el cómo puedo sentir algo que no está que no es. Probablemente el destinatario final de esta carta será algún forense o quién sabe, será la prueba de que esto no fue un crimen que solo fue una manipulación o el control total de mi sobre mi vida.
La conocí como se conoce a cualquiera o como la vida da fruto, la conocí por azar. No tengo muy claro qué fue lo que me motivo a quererla como la quise, de un momento a otro me vi atado a todo lo que ella era, su aroma, su pelo, sus ganas de vivir la vida, su manera de mirar el horizonte, por la manera en cómo me miraba, como me interpretaba, como solía hablarme, su forma de compartir su vida con la mía, el cómo lo hacía para hacerme sentirme único, alguien especial, sus ojos que no solo miraban también sentían y se expresaban, sus susurros al oído repitiéndome una y otra vez te quiero, esa perseverancia por hacerme sentir feliz cada día y más aun cada día juntos, esos cálidos momentos en donde podíamos pasar horas solo contemplándonos uno con el otro y por sobre todo lo que más me hacia pertenecer a ella era ella.
Tratare de escribir estas últimas líneas para ti, como si tú pudieras en un tiempo lejano leerlas. Sé que nunca será así, pero quiero mentirme, para ser feliz.
Ahora sostengo una foto tuya, me es difícil pensar que leerás esto, pero lo intentaré, dejaré por un rato mi mente racional y trataré de conectarme al máximo con mis sentimientos. lo que siento ahora es rabia, miedo e incertidumbre, pero por sobre todas las cosas siento un odio tremendo hacia la vida, hacia las circunstancias que hacen esta vida, de los hechos que nos alejan de la comprensión de un mundo perfecto, odio a todo lo que una vez me hiso sentir feliz, odio a cada ser de este planeta, al no encontrar un responsable de tu ausencia, odio cada momento agradable que ahora me hacen saber que siento dolor, siento una amargura por no decir todo lo que te tenía que decir, por quedarme con tantas cosas acá dentro, odio saber que todo no es más que azar, y que nada es ciencia, pues toda ciencia para mi desapareció al conocerte, me hiciste creedor de la levitación por este mundo, ahora estoy lleno de dolor, tengo ganas de gritarle al mundo que todo esto es una farsa, que todo lo feliz que te puedas sentir no es más que solo por un rato, es una felicidad prestada que pronto te quitaran de una y sin previo aviso, hace unos días era el ser más completo, no me faltaba nada ni tampoco nada me sobraba para ser completo, tú eras todo mi complemento, me hiciste ver la vida de una forma distinta, me ilusionaste al punto de hacerme soñar despierto, me levantaba con las ganas de vivir, vivía para verte, mataba por un beso tuyo un abrazo, pero ahora no es más que lamento y sufrimiento todo eso me lo han quitado.
Estoy sentado en la orilla donde siempre nos mirábamos y envidiábamos a las gaviotas, que pasaban tan petulantes dándonos a conocer su libertad, algo que no poseíamos, pues teníamos horarios que cumplir, pero sabíamos que por mucha libertad que las gaviotas tenían nosotros éramos mas que ella, porque nos queríamos, sentíamos y solíamos ser consciente de todo eso. Ahora estoy de pie, mi mirada se fija en un punto del horizonte, todo se vuelve borroso y apareces tú, me das la mano, yo te miro grito al viento te quiero y saltamos a la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario