
Tu falta de lealtad hacia esos besos que se fundamentaban en un placer efímero son el principal motivo para odiarte y odiarme. Solo buscábamos el saciar nuestros deseos, solo queríamos pasar un rato junto, tú eras una desconocida y yo un aprovechado, nuestras bocas se juntaban solo por inercia, era tan solo tu belleza lo que me ataba a ti, y mi presencia lo que te hacia enloquecer, nunca buscamos enamorarnos, ese era el compromiso, nos necesitábamos por simplemente esa noche, nos sedujimos por nuestras caretas y un baile, nos miramos por casualidad, llegamos a ser uno y después nada. Rompimos la promesa, pues solo era tuyo una noche.
Trato de imaginarte, de recordar cómo eran tus ojos, pero no logro hacer ni la más mínima imagen de lo que tú eras.
Estamos en continuos cambios, siempre acercándonos al final, nuestras vidas terminan en cualquier momento.
Ahora somos dos viejos que nada saben de belleza, nuestros cuerpos son solo reliquias de jóvenes aventureros, solíamos ser hermosos, esa fue la causa de nuestra unión, nunca me di el trabajo de conocerte, solo conocía tu cuerpo, tus caricias y tus besos. Nunca supe con quien en realidad estuve casado.
La verdadera belleza esta por dentro, esta frase es real, pero lo escuchamos mas nunca lo comprendemos, es el interior de cada ser humano el que no sufre transformación, porque el alma es quien madura, quien aprende. Es la imagen, el exterior eso que contemplamos y lo primero que digerimos al conocer a alguien lo que cambia, son las arrugas las grietas del tiempo, son tus pechos el efecto de la vejez, son mis canas el maltratar de la vida, es mi cuerpo y tu figura un accidente del transcurso de los hechos. Son mis manos las que no pueden ahora acariciar tu cuerpo.
La belleza que yo vi en ella no es eterna. Me lamento el nunca haber podido mirar a travez de tus ojos. Disculpa nunca te ame, solo ame tu cuerpo....