martes, 25 de enero de 2011

Mascullenta Rosa


Hubo una vez un jardinero que cuidaba de muchas flores, pues esa era su profesión cuidar de ellas, tratarlas bien y mantenerlas vivas. Un día ese jardinero vio entre las demás rosas una que le llamaba la atención, no era su porte, ni sus colores, lo que en ese momento capto la atención de ese individuo fue la manera en que esa rosa se iluminaba cuando él la miraba, los colores que se acentuaban, las ilusiones que a él lo desterraban, el gozar de armonía plena, saber que la rosa está ahí para ser bella y captar la atención del mundo, en especial de ese afortunado insecto que fecundara otra rosa. Lo que el jardinero encontró en esa rosa; fue vida. Entonces cada día el jardinero la regaba con más énfasis, se quedaba mucho tiempo mirando sentado en una silla, con su espíritu en paz contemplando tan sencilla forma de vida como lo es una flor. Cada momento que pasaba la flor iba tomando más característica humana, al principio el jardinero le cantaba, después él le hablaba; solía contarle la historia de su vida, sus aventura, sus encuentros. Lo que quería lograr era conquistar a tan bella flor.

Los días continuaron lentos para esta historia, hasta que llego el momento donde la rosa dejo caer su primer pétalo, el tiempo sin dudas tenía que pasar, pero el jardinero no entendía, no comprendía que tantas lindas promesas son quebrantadas por el pasar de las circunstancias, el trascender a lo incongruente, buscando un destino final, así como el viento que va moldeando las dunas para dejar atrás la anterior, el mar que va rompiendo la ola para rejuvenecer a una y avejentar a la más grande, todo va muriendo, también las huellas mueren por el dejar otras huellas se están borrando para seguir siendo huellas, y la lógica. Pero un mundo nuevo para el jardinero nacía; un mundo con esperanzas. En ese mismo instante ese mundo era arrebatado por el monstruoso y hambriento tiempo que todo roba, que solo anhela vida para saciar su inagotable hambre.

Las rosas mueren es así como de una forma brutal acabo de suprimir cada lindo momento junto a ti, los sentimientos que por hoy me visitan no son más que odio, impulsado principalmente por tu falta de lealtad hacia ti misma. Eres una mala flor, decidiste estar solos unos días, trataste de ilusionarme con hermosos colores.

Ahora Te quemo con un poco de parafina y hazte polvo, cenizas y nunca regreses, vete al mundo de las rosas infelices.

Así es como este jardinero se convierte en mi y tú en una burda rosa, trataba de que cada día no te marchitases, que cada día te iluminases con mi mirar, que cada día tus colores se brillasen mas, y por sobre todo trataba de mantenerte junto a mí. Fue inútil.

Pd: Te amo, espero que te aproximes a mis emociones, que entiendas mis sentimientos, mis pensamientos, los hechos que hoy me llevan al suicidio; que por hoy es mi única salida.